Luego de la caída, la etapa de recuperación de la producción y los ingresos de la población fue muy rápida. Pero a medida que pasa el tiempo se van sumando signos de aletargamiento. Esto es previsible, ya que no es lo mismo “recuperar” que “crecer”, advierte el presidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), Osvaldo Giordano. La economía juega un rol central en este año electoral y la gestión del presidente Javier Milei pone todas las fichas para que las principales variables lleguen a octubre en signo positivo, de tal manera de cambiarle el humor a la sociedad.

Según el economista, para salir del largo ciclo de estancamiento la estabilidad es condición necesaria. “La condición suficiente es abordar las reformas estructurales que generen un contexto más amigable para la producción y en este plano todavía hay incertidumbres”, indica. Esta situación define la alta relevancia de encontrar la manera de que no prevalezca una actitud pasiva hasta que pasen las elecciones de octubre. “Aun cuando el contexto de puja electoral pone muchas restricciones, destinar esfuerzos a no abandonar transitoriamente la agenda de transformaciones es definitorio”, puntualiza el ex titular de la Anses.

La complejidad de las reformas deriva tanto de cuestiones políticas como técnicas. Con respecto a las técnicas, Giordano dice que hay que tener en cuenta que la mayoría demandan análisis de información, elaboración de diagnósticos, evaluación de alternativas y diseño institucional.

Las restricciones políticas tienen un enfoque sesgado, especialmente porque pasan por alto las restricciones que impone el régimen federal, considera. “Esto también conduce a planteos simplistas. Por un lado, es exagerada la expectativa que genera la mayor capacidad de maniobra que tendrá el oficialismo en el Congreso triunfando en octubre. De cara a un proceso reformador el fortalecimiento tendrá impactos positivos, pero, como ocurre ahora, los proyectos de ley seguirán necesitando el aval de parte de la oposición para que prosperen”, sostiene el titular del Ieral. Pero el punto más desafiante es que en la enorme mayoría de reformas depende de decisiones de las provincias.

Pacto de Mayo

Giordano recuerda que, en el Pacto de Mayo, se enumeran las reformas más importantes. En general, se pasa por alto que para su implementación las provincias tienen intervención, directa o indirectamente, en el 90% de la agenda. El ejemplo de lo que está pasando con el sistema de riesgos del trabajo es ilustrativo.

Milei quiere desactivar una rebelión de gobernadores que impacte en el Congreso

En el procesamiento político de las reformas es importante clarificar roles y responsabilidades. Según el experto, el Gobierno nacional tiene el deber de liderar, convocar y proponer. Pero es un error atribuirle en soledad la capacidad y responsabilidad de transformar estructuras que, por diseño institucional, están fuera de su alcance exclusivo, ya que depende de decisiones de las provincias. “Asumido de esta manera, se entiende que tan importante como el resultado de las elecciones de octubre es la reacción que adopta el gobierno nacional a sus resultados. Es clave que luego de las elecciones se disipe el clima confrontativo y que la acumulación de poder político sea usado como plataforma para convocar y encolumnar voluntades en favor de las reformas”, finaliza.